Soltar….dejar ir

Nuestros duelos se consideran normales siempre que no quedemos anclados para siempre en ellos. A la persona que se marchó por muerte o separación sentimental, no se olvida jamás si la hemos amado, pero la vida continúa y el privilegio de seguir vivos no lo podemos desaprovechar.
El secreto es:

El duelo en una pandemia por covid


Hemos aprendido demasiadas cosas durante la pandemia, que nunca deberíamos olvidar.

Valorar lo que tenemos: salud, recursos, amigos, sistema sanitario y educativo, oportunidades… y sobretodo en estos momentos la libertad de expresión, la toma de decisiones, movilidad….❤️
Te invito a oír el programa de » Juntos paso a paso» en RNE

https://mediavod-lvlt.rtve.es/resources/TE_OJUPAPA/mp3/5/8/1621059696685.mp3?fbclid=IwAR01jySSo_X62hbpMLNhFH07_5XjcVasRz3-jihgM35IoBUDISUgLu9ek28

Aprendamos a VIVIR…….. y moriremos tranquilos y en paz❤️

Borges escribió que “morirse es una costumbre que tiene la gente, como la siesta”
¿Qué es lo que en nosotros se resiste a la hora de morir?
-Las sombras, lo que no hemos vivido, las cosas que no tenemos resueltas, las que hemos dejado pendientes. Hay que prever que en cualquier momento nos puede llegar la hora de morir. Hay que vivir despierto, y en paz con nosotros mismos y con los demás, sobre todo con las personas que apreciamos.muerte_8448_1

Pinchar aquí:Morir es un proceso interesante, no duele, termina bien

La solidaridad en el proceso de duelo

La sociedad actual no nos permite sufrir. Para casi todo hay una pastilla anestésica; un comentario balsámico como un era lo mejor que podía pasar o el rechazo a los sentimientos con un no llores, que pasará. La lucha por no sufrir y por no aceptar la muerte ha patologizado el duelo. «Pero éste es un proceso natural que hay que expresar porque nos habilita a encontrar el equilibrio después de la pérdida, y necesitamos que haya gente a nuestro alrededor que lo entienda», advierte la psicóloga y experta en pérdidas, Margalida Estarellas, tras una década de experiencia profesional viendo la cara al dolor en una unidad de cuidados paliativos.15415382430876Pinchar aquí: «El duelo es saber que todo volverá a ir bien pero nada volverá a ser igual»

Ayudar a otros, tras la pérdida de un hijo

Hay palabras como “viudo” o “viuda” que designan a aquel que sobrevive a un cónyuge; o “huérfano”, a quien ha perdido tempranamente un padre. Sin embargo, no existe nominación alguna para quien ha sobrevivido a un hijo.

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Ante el dolor de la pérdida las respuestas pueden ser muy variadas: tristeza , dolor, culpa,soledad , añoranza,angustia , amargura…También pueden estar presentes otro tipo de emociones como la esperanza, fuerza, gratitud y la compasión entendida como solidaridad ante otras personas que sufren.

Estos padres supieron canalizar su dolor, ayudando a superar sufrimientos… Enhorabuena por vuestro ejemplo.

PINCHAR AQUÍ: Trás la pérdida de un hijo

 

Como vivas… así moriras

PINCHAR AQUÍ :    Creencias y valores

Llevar una vida plena y con sentido.

Respóndete tú mismo: imagínate en tu lecho de muerte: ¿qué querrás en ese instante? ¿Que haya un Porsche en tu garaje, quizá?

Como vivas, moriras

Para aprender a morir…, primero nos deberían haber enseñado a «VIVIR», asignatura pendiente para padres, educadores y adultos que distraídos, con valores centrados en la productividad y el consumismo se alejan del desarrollo de  creencias y valores más internos.

Son muchas las personas que al pasar por situaciones de perdidas son más conscientes(aprenden), que lo importante en la vida es el cultivo de la amistad, haber estado más tiempo con sus seres queridos, valorar a los que les rodean  «sin usar ni tirar» como hacemos con las cosas materiales, o valorar lo privilegiados que somos de tener nuestras necesidades básicas cubiertas, sabiendo lo que es estrictamente necesario de aquello que son necesidades creadas o lujos, que nos crean más insatisfacción que felicidad, o valorar el acceso que tenemos a la cultura que nos da la oportunidad de conocer alternativas para la elección de lo que queremos ser o hacer. Quien se enamora del saber puede cultivar mejor su ingenio. No disponemos de otros caminos para afrontar la grosería de la ignorancia. Por ello no dejéis de ver el siguiente vídeo. Me encantó

Leer su libro: Las Cinco Invitaciones. Frank Ostaseski

Juntos hasta despedirnos…cara a cara

Las despedidas son siempre dolorosas, pero si las evitamos todavía lo serán mucho más. Deberíamos conocer los beneficios que tienen enfrentarse a esas situaciones tan dolorosas y que sin duda, nos ayudaran a superar el duelo de forma eficaz ante perdidas de seres queridos por desamor o muerte.Verano1993Los adultos nos vamos socializando y con nuestros miedos, descartamos hablar de temas como  la muerte y cuando inevitablemente llega a nuestro entorno más cercano, intentamos que los más pequeños no estén presentes, evitando que  se despidan y vivan este proceso como otra etapa más de la vida. Recordemos que el niño no tiene miedo a la muerte.

Una vez más el cine espejo de lo que socialmente nos ocurre, lleva a los espectadores la película «Verano 1993» (Carla Simón, 2017), galardonada con tres premios Goya, que narra la historia de una niña de seis años, interpretada por Laia Artigas, inmersa en un proceso de duelo, trance psicológico que desencadena la muerte de un ser querido y especialmente delicado durante la niñez

Pinchar aquí:  Perdida «Verano 1993»

Aprendamos de los niños. Vivir hasta el ultimo instante…….

Anne-Dauphine Julliand, periodista, escritora, estrena el documental ‘Ganar al viento’

Muerte niñosLos niños saben que existe la muerte, pero eso no les impide vivir con intensidad cada momento. No proyectan en el futuro el dolor del momento, no tienen miedo, el impulso de vida es más fuerte y viven en él. Debemos rescatar esa parte de nosotros.

Pincha aquí: Hay que añadir vida a los días…..

El dolor ante la enfermedad y la muerte…miedo al olvido.

Pinchar aqui Testimonios de un padre ante la enfermedad de su hija

AlbaHay libros que cambian la vida de quienes los leen: éste es uno de ellos. Carlos Garrido narra en primera persona la historia de su hija y de su relación con ella, brutalmente sesgada al descubrir que Alba padece una enfermedad mortal. Se plantea, así, una situación límite que deja sin sentido todos los valores establecidos. El resultado es un testimonio impresionante: un libro vivo, lleno de emociones contenidas, terrible y reconfortante a la vez, que estremece al lector. Aparecen en él los temas universales de la humanidad: el dolor, el destino, la muerte, vistos con los ojos de una chica de veintidós años. La lucha de Alba, relatada con intensidad y ternura por su padre, consiste sobre todo en no dejarse vencer y llegar hasta el final siendo uno mismo. Te lo contaré en un viaje es el monólogo de un padre que habla de sus emociones más profundas; es una historia real narrada con el ritmo acuciante de una novela; es una reivindicación del coraje y las ganas de vivir; es, también, una reflexión sobre los sueños, los presentimientos y el lado más misterioso de nuestra sensibilidad.